jueves, 10 de febrero de 2011

Antes de cambiar de móvil o tele, piensa si realmente lo necesitas

Miramos hacia otro lado, pero somos cómplices. En Congo (país que cuenta con la mayoría de recursos de coltán), niños, mujeres y hombres mueren todos los días por culpa del metal maldito que ayuda a refinanciar la guerra entre bandos. El coltán forma parte de los teléfonos móviles.

Menos tranquilizador es saber que este mineral de color grisáceo es un componente efectivo en otros dispositivos electrónicos como televisores de plasma, videoconsolas, ordenadores portátiles, GPS, PDA, MP3, MP4. A estas alturas del post, nos empezamos a sentir mal y queremos dejar de leer, ¿verdad?.

Sin ánimo misionario te digo que antes de cambiar tu móvil (aunque sea gratis), pregúntate: "¿Realmente lo necesito?".

P.D: Si te gustó "El jardinero fiel", te interesará el documental "Sangre en el móvil", de Frank Piasecky Poulsen. Se estrena en los Cines Verdi el próximo jueves 17 de febrero.

4 comentarios:

mamisigloXXI dijo...

Para tomar ese tipo de decisiones conscientes hay que "PENSAR" y hoy día y en la gran ciudad es muy difícil "PARARSE A PENSAR" y adoptar una postura de acuerdo con nuestras convicciones.
Me río mucho cuando veo que algunas personas creen que no tengo determinadas cosas porque no me las puedo comprar. Lo cierto es que no las quiero o no me parece bien tenerlas. Ellos sí las tienen, claro, y me aburren con su vanidad.
Tendré en cuenta tu información. Gracias

fernusan@hotmail.com dijo...

Gracias mami.

No olvidemos que tuvimos suerte y nacimos en España. Quizás en la próxima vida nosotros o nuestros hijos nazcan en Congo.

Buen fin de semana!!

Anónimo dijo...

Una gran verdad amigo. La verdad es que es muy difícil ser un consumidor "responsable", pero al menos hay que tener la intención y poco a poco irán cambiando las cosas.
un petonet

fernusan@hotmail.com dijo...

Con la información en la mano vamos cambiando, el tema clave creo que es que los que nos venden tecnología quieren ocultar temas graves. Una simple reflexión pueden ayudar más de lo que un@ cree a cambiar el mundo (o al menos nuestro barrio).

Besos!